Hotel coqueto y con encanto situado en un lugar privilegiado junto a la Alhambra, cuidando hasta el último detalle para convertir la estancia del viajero en un lugar inolvidable y de ensueño.
El visitante podrá sentir la paz que le ofrece el entorno y apreciar desde éste balcón un silencioso mirador donde verá una panorámica de la ciudad espectacular, en la cima del Realejo, barrio colindante tanto a la ciudad como a la Alhambra.
Desde su terraza mirador nos sensibilizaremos con fantásticos amaneceres y atardeceres traduciéndose en un verdadero lujo para los sentidos. Su situación es ideal por su cercanía al Majestuoso monumento de la Alhambra a tan sólo 5 minutos a pie, y muy bien comunicado para ir caminando hasta el centro de la ciudad y disfrutar de la gastronomía y sus costumbres.